«El Conocimiento que se entrega no esta separado de la vibración de quién lo entrega»
Esta frase hace unos años he podido confirmarla a través de los viajes, trabajos y espacios de compartir junto a personas de diferentes culturas y países.
¿A qué me refiero con estas palabras?
A que por muy profundo y lúcido sea el contenido que cualquier persona (maestro, gurú, facilitador, guía, etc) entregue, este conocimiento que da, nos guste o no, está envuelto e influenciado por su energía, coherencia y manera de vivir.
Esto quiere decir por ejemplo que si una persona es resentida o manipula a las personas que le rodean, sería demasiado arriesgado creer que esa manera de vivir no estarán incluidas en sus conocimientos.
Otros ejemplos: Me pueden dar cátedra de los eneatipos sin saber respetar a las mujeres en la esfera íntima; tantra sin siquiera integrarlo en el contacto con una persona que no está en un curso para aprenderlo y ser prejuicioso, discriminatorio e incluso apático sin poder hablar de algo fuera de su entorno espiritual conocido.
Me pueden hablar del chamanismo y el poder de las plantas sagradas, y estar embriagados por el poder y la seducción desmedida por abrir espacios así. Y un largo etc.
La coherencia creo que es un camino, dado que somos imperfectos.
El punto es que lo que se entrega, enseña o da a un otro, tiene incluida esos «silencios» u «omisiones».
¿Cómo se ve ello?
En la manera en que ese conocimiento, una vez aprendido, repercute en tu día a día, relaciones y actitud ante la vida.
Es delicado separar la razón del corazón, como lo que se enseña de quién lo transmite.
Están ligados, relacionados y se influencian mutuamente.
Entonces esta frase es para invitar a una cierta capacidad crítica, filtro y autenticidad de cada persona al momento de ir aprendiendo algo.
Todos tenemos puntos ciegos, incoherencias, eso lo sé. El punto es que se normalice y no estamos para normalizar cuestiones que finalmente atentan con el interior y consciencia de un ser vivo.
No es un juego la consciencia, es la base de la vida en el presente
La invitación finalmente es que podamos acotar lo que compartimos a dos grandes cuestiones: la experiencia y la coherencia.
Eso quiere decir que no toda experiencia viene acompañada de la coherencia. Y la coherencia enriquece la experiencia.
Este juego de palabras, en la práctica y vida cotidiana, es un punto de inflexión. Ejemplo: Soy Psicólogo Humanista – Transpersonal (con más de 10 años de formación), Coach en tres líneas diferentes (PNL, Ontológico y Sistémico) con 5 años de formación y facilitador de experiencias de crecimiento espiritual (Con 21 años de camino). Lo que quiero decir, que lo que comparto esta basado en años de profundizar, formar, integrar y compartir.
¿Qué dirían de alguien que con solo 3 meses de formación en cualquier área ya se vende como yogui, meditador, coach y maestro espiritual?
Esa silenciosa respuesta a esta pregunta es el criterio que puede filtrar y cuidar nuestra salud y vulnerabilidad.
Entre todos aprendemos y para ir paso a paso, sin saltos, sin atajos, con humildad y máxima honestidad.
¡Abrazo!
Benjo
Un comentario
Hola,,,Buenos dias’’’no llego a entender muy bien esta publicación ;;; donde podría leer o escuchar un life. o algo sobre este tema.####el conocimiento que se entrega no está separado de la vibración del que lo entrega####graciasss