«Hay algo eternamente misterioso al habitar esa autenticidad profunda sin necesidad de poner energía en proteger nada ni alguna máscara o personaje para ganar validez ante otros.
La mirada se calma, el sentir se intensifica y cada paso se hace una aventura.
Somos esos hombres con ganas de ser más humanos, sin recetas a seguir más una respiración a ciegas hacia algo más real.
Una fragilidad como una bendita señal de estar más adentro, en esas zonas de aguas e historias que danzan en cientos de direcciones.
El respeto toma una nueva comprensión: una observación contemplativa de dejar ir y también darle la bienvenida a la nueva versión… O una más original, que con total paciencia ha sabido «llamar» hasta atrevernos a escucharla e ir a su encuentro.
La humanidad se manifiesta altamente receptiva, con un delicado cuidado de esa esencia, traduciendo el cuidado como una escucha a cada expresión de ese lugar honesto, y permitirnos aprender a caminar de nuevo
Y así, ser hombre desde este lugar o arquetipo receptivo, llena los vacíos de pura sensibilidad…»
Benjo Podlech
Un comentario
Hola Benjo, soy Leticia García de México, soy psicóloga, psicoterapeuta familiar, consteladora familiar y fluvial.
Acabo de leer todos tus artículos y me encantaron, celebro que cada vez haya más hombres conscientes.
Muchas felicidades y gracias por compartir tu autodescubrimiento.
Gracias, gracias, gracias.
Te mando un gran abrazo lleno de luz y bendiciones.