Me reconozco una persona altamente sensible y ha sido un viaje descubrir y sentir la belleza de serlo.
Antes de que te hablen, sientes lo no-dicho, eso invisible que para ti es tan claro
Un tono de voz o postura del cuerpo, no es indiferente, sientes la diferencia de los detalles
Los juicios te golpean el corazón, hasta que recuerdas esconderte en una armadura de fuerza, sabiendo que solo te protege
A veces se ve que exageras ante ciertas situaciones, en el fondo, es que sientes la totalidad de ese momento y no solo una parte.
No eres grave ni denso, sino más bien intentas hacerte entender, dado que duele cuando no se ponen en tus zapatos.
La empatia es innato en ti, la compasión una opción siempre disponible y la entrega, una manera de sentirte vivo.
Si compartes con alguien sensible, estás con alguien inevitablemente abierto a ti, a lo que te rodea, a lo que callas y a lo que está fluyendo. Estas por así decirlo, con una oportunidad de sentir un espiral de experiencias.
En un mundo en que la Vulnerabilidad es tabú y la sensibilidad sólo para contadas situaciones, reconocerse sensible es un acto de valentía.
Soy sensible, y trato de serlo cada vez más. Prefiero exprimir lo que cada momento tiene, sin que por ello escape del dolor, sino que lo abrazo para ir a eso llamado vida.
Y así, veo como un don vivir una sensibilidad que puede crecer y compartirse.
¿Y tú? ¿Qué regalos te ha traído ser sensible?